9.2.14
"PEDRO PÁRAMO...UN RENCOR VIVO"...Lo primero con lo que uno se encuentra en Comala es con el silencio, quizá como la irrupción de esa metáfora de la humillación en la que han vivido los pueblos de América Latina. Comala es un pueblo “untado de desdicha”, de caminos que suben y bajan, de muertos que hablan con los muertos, de muertos que aman y lloran y enmudecen. Son los muertos tristes de Rulfo, un novelista que interpretó el lenguaje de la gente y descubrió la poesía que subyace en los modos de hablar de los moradores de Jalisco. En Comala huele a lluvia vieja, a tierra que anda y a “horizonte de perros”. En aquel pueblo imaginario y real se quedaron a vivir la tristeza y sus fantasmas.
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